miércoles, 25 de abril de 2012

1999



1999 comenzó con una noticia de grandes consecuencias para toda Europa ya que se creó una moneda única llamada euro. Su valor se fijó para España en 166,386 pesetas. Los terroristas de ETA se cansaron de su tregua, como habitualmente, y anunciaron su final, descubriendo la policía unas semanas mas tarde dos furgonetas cargadas con mil setecientos kilos de explosivos que se dirigían a Madrid, al mismo tiempo que la mesa de Herri Batasuna queda en libertad. En materia política José Borrell renunció a su cargo como candidato socialista a la Presidencia del Gobierno y Javier Solana fue elegido máximo responsable de la política exterior y la seguridad de la Unión Europea; pero seria la cultura, como casi siempre, la que nos daría las mayores alegrías. El poeta José Hierro recibe el Premio de la Crítica y el Cervantes, y como noticia mas destacada está la apertura del Liceo, tras cinco años cerrado por un incendio. El mundo cultural también se vio sacudido por la desaparición de algunos de los intelectuales y artistas mas importantes de nuestro país como Alfredo Kraus, Gonzalo Torrente Ballester, Joaquín Rodrigo, Rafael Alberti, Luis Sánchez Polack, el populat "Tip" y Enrique Urquijo, cantante de "Los Secretos".
La prensa rosa española estuvo ocupada con tres grandes noticias, la primera el nacimiento del primer hijo de los Duques de Palma y las otras dos de carácter necrológico, los fallecimiento de Hassan II, Rey de Marruecos, y de Hussein, Rey de Jordania.
En el extranjero la guerra continua presente en Kosovo; en este año en respuesta a la limpieza étnica que Slobodan Milosevic esta llevando en esta región, la OTAN bombardea Belgrado y otras ciudades serbias. Setenta y dos días más tarde Milosevic se rinde. En Rusia Boris Yeltsin dimite y deja el país en manos de Vladimir Putin y Estados Unidos entrega el Canal de Panamá en virtud del acuerdo Carter - Torrijos de 1977. A nivel mundial la preocupación crece conforme avanza 1999 ya que el temido "efecto 2000" está próximo. Muchos ordenadores no están preparados para entrar en el nuevo milenio, lo que podría causar un caos en transportes, telecomunicaciones y banca.


En San Vicente asistimos a uno de los años políticamente más convulsos de la historia reciente. Tras las elecciones municipales de 13 de junio, Francisco Canals es reelegido Alcalde y al no tener mayoría absoluta pactó con Izquierda Unida y el Partido San Vicente Independiente. La crisis se produjo cuando Canals destituyó a dos concejales de su propio partido por perdida de confianza, esta actuación implicó que el resto de concejales socialistas dimitieran en bloque. Tras esto, en agosto, repartió las áreas de gobierno abandonadas por el PSOE entre los concejales del PP. En septiembre la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE expulsó a Francisco Canals del partido, pero no abandonaría la Alcaldía hasta 2001. Es por esto que encontramos, al igual que el año anterior a Vicente Ferrándiz como Concejal de Fiestas, siendo sustituido posteriormente por Celia Saez. La Comisión Municipal de Fiestas también sufrió todo este vaivén, Carmen Guijarro afrontaba su último mandato apareciendo en escena poco después Francisco Carrión Galera.
Tras finalizar las Fiestas de 1998, la Unión de Comparsas puso en marcha un nuevo proceso electoral que llevaría a la Presidencia de la Unión de Comparsas, por segundo mandato consecutivo, a José Manuel Díez Fuentes, que confió en el mismo equipo de trabajo con la única novedad de mi salida de la vicepresidencia del área de cultura que fue ocupada por mi buen amigo Luis Lledó.
La Presentación de este año fue algo mas tranquila para mi en el plano organizativo pero no así en el personal ya que me concedieron el honor de participar en el acto portando el Pendón del Santo Patrón y al margen de todo esto Gloria y yo tuvimos que ir a recoger a su casa a Fernando, Maribel, Gustavo y Virginia y posteriormente pusimos a su disposición nuestra casa, cercana al pabellón polideportivo, para que se cambiaran. Recuerdo que los capitanes llegaron tarde a la cena porque tras la Presentación hicimos un brindis en casa junto con Rafa y Vero y hasta que no se acabó la botella no subimos al Mesón. El acto lleno de colorido y vistosidad y muy bien organizado por el área de cultura, tuvo como mantenedor a Javier Vicedo.


El Auditorio del Centro Social ya se había consolidado como el lugar idóneo para presentar nuestro Libro de Fiestas, este año el honor recayó en la joven periodista Elena Merino Torrealba y el Pregón volvió a caer en manos de un político, este año del Alcalde de Elche Don Diego Maciá.


La Fiesta estaba próxima a cumplir los veinticinco años de su fundación, para ello la Unión de Comparsas preparó un intenso programa de actos a desarrollar desde el 22 de mayo de 1999. Este día comenzó oficialmente el XXV Aniversario con una gala conmemorativa en la Plaza de España. No estaba prevista mi participación en este acto pero me vi forzado a ello debido a la ausencia, por problemas personales, del Embajador Moro Ernesto Torregrosa. Tuve la fortuna y el inmenso placer de compartir escenario con José Antonio Sirvent, Pepe Beviá y Antonio Diéguez, estos dos últimos tristemente desaparecidos. Entre los cuatro compusimos una Embajada donde se alternaban elementos del pasado festero con actuales; he de reconocer que mi actuación fue bastante discreta al lado de estos monstruos de la interpretación festera.


Este año, para los integrantes de la Comparsa Tuareg fue tremendamente especial, era la primera vez que afrontábamos una Capitanía con una Comparsa totalmente consolidada tanto en el número de componentes como en el prestigio festero, trabajado año a año y que ahora comenzaba a dar sus frutos. Eramos una gran comparsa y se esperaba mucho de nosotros. Con el paso de los años y con la perspectiva que nos da el tiempo tengo la sensación de que fue una gran capitanía y que no defraudo a nadie.


Tuve la fortuna de formar parte de la Escuadra Especial del Capitán junto con mis compañeros de la Filada Magenta. De derecha a izquierda José Amat, José Luis Pascual, Francisco Morales, Ismael García, Pedro Orts, Mariano Beviá, Pedro Villardelsaz, Facundo Torregrosa, Tomás García, Ángel Tello, Miguel Ángel Juan, Esteban Blasco, Modesto Botella, Juan Pascual Beviá y como cabo Luis Lledó. La Filada nombró ese año a Ismael García, actual Presidente de la Unión de Comparsas y Fester de la Comparsa Cristians, Componente de Honor de la Filada Magenta y el domingo desfiló con la Escuadra Especial del Capitán.
Alquilamos ese año dos trajes en Villena, uno para todas las Fiestas y otro, una Escuadra de Negros, espectacular y que como curiosidad estrenamos nosotros, para la Entrada del domingo.



Unas Fiestas tan especiales suelen estar plagadas de anécdotas, de instantes vividos con intensidad, que en su momento no le das importancia pero el tiempo las guarda en un cajón para que tu dispongas de ellas cuando quieras. Recuerdo con mucho cariño la embajada del sábado, acompañando al Capitán en el disparo y la posterior subida al castillo tras la victoria, donde se quemó uno de los plumeros justo a mi lado y que portaba Mari Carmen Arroyo. Rápidamente tiramos los restos por la parte de atrás del castillo y Protección Civil se ocupó de las cenizas. También fue muy bonito ver en su carroza a los Capitanes de la Comparsa, mis queridos Mari Angeles e Iván Bañegil. Otro instante especial y que vivimos con mucha intensidad fue el momento de maquillarnos y vestirnos para la Entrada del domingo. La filada al completo quedó en el local de Parra y allí entre chupitos, risas y un ballet que ensayaba en un local cercano se creó un ambiente indescriptible. La experiencia de salir en una Escuadra de Negros fue única e irrepetible sobre todo por el alto grado de emotividad vivido en esos momentos y por el hecho de sentirte durante toda la Entrada como una parte muy especial de esa puesta en escena. Maravilloso momento también el saber que fuimos la primera comparsa en la historia de la Fiesta en ocupar todo el recorrido de la Entrada. Tuareg desde el principio hasta el final.


Es muy fácil hablar de una Capitanía en un año cualquiera, pero cuando ese cargo te toca la fibra se hace más complicado, los sentimientos son difíciles de controlar y cuando intentas expresarte las palabras no salen, tienes la cabeza llena de recuerdos pero cual cascada incontrolable te sumerges en un torbellino de sensaciones que no aciertas a poner en orden. Yo creo que de toda la Capitanía me quedo con dos instantes y ambos ocurrieron el domingo, el primero antes del desfile cuando se subieron los capitanes en la carroza, vinieron a mi mente multitud de recuerdos agradables vividos con Fernando y Maribel. En aquel instante media vida de amistad con ellos hoy afortunadamente media más, nos ha dado tiempo de vivir muchas cosas, buenas y menos buenas, pero juntos que es lo más importante. De los niños que voy a decir, a Gustavo y Virginia los he visto nacer y hacerse mayores, y allí estaban haciendo su sueño y el nuestro realidad.


El segundo momento emocionante fue el final de la Entrada cuando su Filada llegaba y el Capitán se bajó de la carroza para abrazar uno a uno a todos nosotros, fue muy emocionante. Hoy en día todavía se me pone la piel de gallina y se me escapa alguna lágrima al recordarlo.
Los que me conocen bien saben que nunca he albergado la idea de ser Capitán y es algo que los años me han hecho ver que tengo muy superado ya que para ser Capitán lo más importante es que uno quiera serlo, no basta con que tu mujer tenga ilusión. En el caso de Fernando y Maribel los dos querían esta Capitanía y la Comparsa quería que esta Capitanía fuera suya y la unión de todos estos factores es fundamental para el éxito del cargo. La fuerza de ambos hizo posible que todos nos sintiéramos parte de la Capitanía y todos en mayor o menor medida pusimos nuestro granito de arena para ello. He de reconocer que ese año me sentí un privilegiado ya que me tocó coordinar el libro de Capitanía y además formar parte de la Escuadra Especial del Capitán, todo un honor que el quiso compartir con su filada, con la que desfila año tras año. Hacernos participe de ello hizo que todavía se unieran más los lazos del Capitán con su filada, que allí estaba y yo creo que siempre estará cuando la necesite. Fernando será para muchos veteranos de la filada Magenta nuestro Capitán pase lo que pase. Toda esta unión con los Capitanes, tanto a nivel personal como a nivel festero me ha hecho sentir siempre como una parte importante de esta Capitanía.
Hace ya muchos años, estando a los pies de la tribuna viendo la Entrada Cristiana le pregunte a un buen amigo mio de la Comparsa Estudiantes, a Pastoret, que como se encontraba y me contestó que estaba en el cielo, pues bien eso es lo que yo sentí ese año y descubrí que lo más grande a lo que yo quiero aspirar como Festero no es ser Capitán ni Presidente de la Unión, es formar parte de la Escuadra Especial del Capitán y más cuando las personas que van en la carroza son mis amigos. Por esto ese año yo también toqué el cielo.


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