jueves, 29 de marzo de 2012

PRESENTACION LIBRO DE FIESTAS 1998



Antes de comenzar esta breve alocución, y como es preceptivo por normas de cortesía, señalan los manuales del buen orador que hay que saludar a la concurrencia, como mis dotes para la oratoria no pasan de ser de un mero aspirante a ella, utilizaré el plagio para ello, y que mejor que las palabras de mi amigo y maestro Sirvent Mullor en la Presentación del Libro de Fiestas de 1995, "Señoritas Reinas de las Fiestas y de la Primavera. Capitanes Generales de la Fiesta de Moros y Cristianos. Autoridades y Responsables de la Comisión Municipal de Fiestas y de la Unión de Comparsas "Ber-Largas". Señoras y Señores"
Cuando hace algunos meses mi buen amigo el presidente de la Unión de Comparsas me ofreció la posibilidad de presentar la Revista Oficial de Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos, dije sí, haciendo más caso al corazón que a la cabeza, al rato recapacité y me di cuenta del enorme compromiso que había adquirido, ya que tenía la responsabilidad de ocupar el estrado donde años atrás insignes sanvicenteros habían escrito páginas inolvidables de nuestra Fiesta. A la hora de escribir estas líneas surgían dudas, miedos y el temor a no estar a la altura de las circunstancias, pero como en todo lo que se hace por la Fiesta, el corazón es dueño y señor de nuestros sentimientos y solamente el lazo emocional que me une con esta publicación es la motivación que me impulsa a hablar sobre ella.
Mi relación con la Revista comenzó a finales de 1992, cuando el entonces presidente de la Unión de Comparsas, Francisco Morales, confió en las posibilidades de un joven inexperto pero con ganas de trabajar. Rápidamente contacte con Felipe Gómez Camacho, presidente de la Comisión Municipal de Fiestas, que me presentó a su equipo de trabajo formado por Pascual Martínez, José Luis Gómez Pastrana y Joaquín Rubio, y así junto con Luis Lledó nos metimos de lleno en esta maravillosa aventura.
Queríamos que la Revista sufriera un cambio radical y tras algunos meses de esfuerzo tomó forma, se convirtió el sueño en una realidad que afortunadamente sigue evolucionando, alcanzando hoy en día un nivel que ni imaginábamos hace cinco años. Pero ese cambio no solamente afectó al Libro, sino que los lazos entre las dos entidades se fortalecieron y se renovó la idea de que podríamos trabajar juntos.
Con el tiempo, cuando uno alcanza conocimientos y la madurez que representa ocupar cargos en la Fiesta, abandona ciertas ideas peregrinas defendidas con ardor de juventud, es por esto que el que hoy está aquí ante ustedes aboga más por la convivencia entre nuestras fiestas y por la colaboración entre dos fiestas hermanas, que por suerte, tras algunos belicosos años ahora pueden estar orgullosas de compartir una Fiesta que es patrimonio de todos los sanvicenteros y que hay que cuidar y potenciar, y el Libro de Fiestas es el mejor ejemplo de esta fructífera unión.
La Fiesta, esta maravillosa experiencia, que nos une a todos en un fraternal abrazo, evoca recuerdos de mi niñez, en blanco y negro por supuesto, en algunas fotografías ya raídas donde un niño en pantalones cortos recorría de la mano de sus padres una feria que deslumbraba su imaginación, allí habían cosas maravillosas y siempre regresábamos a casa con algún cachivache que el tiempo olvidaba en un rincón. Con los años ese niño fue creciendo y descubriendo en la Fiesta la vertiente lúdica y religiosa; lúdica en las cabalgatas que excitaban los cuerpos en busca del ansiado caramelo, y religiosa en el fervor hacia el Santo Patrón, misa y procesión, que aunque aburrido para un niño era condición indispensable para asistir a las fiestas. Cuando los recuerdos pasaron del blanco y negro al color, descubrió ese niño, cada vez más adulto, la Fiesta de Moros y Cristianos. Desde el balcón de casa de su abuela veía pasar gente que uniendo sus hombros parecían ascender hacia el cielo con un ritmo armónico que hacía contonear sus siluetas. En ese instante decidió que algún día él también tocaría con sus dedos las nubes, y la oportunidad por fin llegó, y desde ese momento año tras año recorre ese mágico itinerario en busca del cielo, y les puedo asegurar que año tras año lo consigue, ya que ese niño que al abrazo de nuestra Fiesta se ha hecho mayor, se encuentra aquí, emocionado, tocando de nuevo el cielo, intentando presentar nuestro Libro de Fiestas. Pero es ya momento de olvidar los recuerdos y vivir la realidad. Y esta realidad es la que hoy tengo entre mis manos y voy a intentar presentarles.
Nada mejor que comenzar por el principio, por la portada, obra del artista local Pascual Martínez, el cual viene dedicando su obra a este menester desde 1993, ofreciéndonos auténticas maravillas del sentir sanvicentero trasladadas al lienzo. Abre la Revista la figura de nuestro Santo Patrón, San Vicente Ferrer, en una nueva imagen de su completa iconografía en la que apreciamos la nueva filacteria colocada el año anterior, con su tradicional leyenda latina "Timete deum et date illi honorem"
El sumario, perfectamente estructurado, nos presenta en su página izquierda unas fotografías que a modo de portadillas nos van abriendo el apetito  sobre lo que posteriormente conoceremos; pero antes de meternos de lleno en lo que verdaderamente es Fiesta, son obligados los saludas institucionales, la Familia Real, el President de la Generalitat, el Presidente de la Diputación, nuestro Alcalde, el Regidor de Festes, Presidente de la UNDEF, los Sacerdotes, la Comisión Municipal de Fiestas y el Presidente de la Unión nos introducen ya definitivamente en lo que es la esencia e la Revista de Fiestas.
El primer bloque, dedicado a NUESTRAS FIESTAS, abre con una fotografía a doble página que trae recuerdos del pasado reciente, el quiosco de la plaza, la balaustrada, en definitiva, un pueblo como siempre nos ha gustado, imbuido de modernidad pero con sabor a pueblo, da paso a nuestras Reinas y Cortes de Honor, explosión de belleza, que yo, inexperto en el arte de la pluma, no me atrevo a glosar, aunque no me puedo resistir a dedicarle unas palabras a Elena, nuestra Reina, festera donde las haya, que cumplirá este año con orgullo su cargo, como cumplió en el año de su Alferecía, y no debe dudar ni por un instante que nuestras Comparsas le rendirán homenaje en su ascender por la calle Ancha, para el año que viene volver a recorrer juntos ese mágico itinerario. Separadas pero unidas al mismo tiempo por el cartel de Fiestas, obra este año de un fester de nuestro pueblo, encontramos a los cargos festeros de la Unión de Comparsas, estructurados en trípticos aparece en primer lugar la Capitanía Cristiana, Comparsa Estudiantes; a continuación la Capitanía Mora, Comparsa Pacos; la Alferecía Cristiana, Comparsa Contrabandistas y la Alferecía Mora, Comparsa Almorávides. Para finalizar este primer bloque con el guión de actos, donde día a día y hora a hora se ofrece al pueblo de San Vicente un año entero de trabajo para su regocijo y diversión.
ASÍ FUE 1997 se inicia con una magnifica fotografía donde se recoge la esencia de la Fiesta, la simbiosis entre la Fiesta Patronal y la de Moros y Cristianos representadas éstas en las figuras de sus reinas y cargos. Arranca este bloque la Presentación del Libro de Fiestas 1997, realizada por Mari Carmen Pastor, de la que siento sana envidia por lo acertado de su exposición. Discurso del mantenedor, Juan Rafael Guijarro, en la Presentación de la Reina de las Fiestas, y Pregón a cargo de Carmen Alborch, dan paso, a mi modesto entender, a la verdadera espina dorsal de este bloque , las Crónicas de Fiestas, tanto de la Comisión Municipal como de la Unión de Comparsas, ya que el tiempo pasa y borra los recuerdos que quedan simplemente convertidos en fotografías o recortes de prensa, de ahí la importancia de escribir nuestra historia, y la crónica representa nuestra herencia impresa a las generaciones futuras.
Como novedad, este año se incluye en este apartado las despedidas de las Reinas y Cortes de Honor 1997, así como pequeñas crónicas de los cargos festeros salientes.
El siguiente bloque, dedicado a las COMPARSAS, nos adentra en esos núcleos festeros que desarrollan con gran esfuerzo e ilusión un trabajo durante todo un año para mostrarlo a nuestros convecinos en esos mágicos cuatro días. Es de destacar el notable cambio de diseño que se ha producido en este apartado, ya que encontramos la página introductoria de la Comparsa enmarcada en un arco, ojival el cristiano, de herradura el moro. Separando ambos bandos, nuestros Embajadores como fiel reflejo de la hermandad que une al mundo festero.
Inicia el apartado titulado NUESTROS RECUERDOS, VIVENCIAS E HISTORIA una maravillosa fotografía que como recuerdo de nuestro pasado nos muestra lo que en su día fue Plaza de la Constitución, hoy Plaza de España. Me gustaría que cuando tuvieran la oportunidad de tener el libro en sus manos observen ciertos detalles, como por ejemplo la fachada de la Casa Parroquial o las originales escalinatas de la iglesia, ambos elementos desaparecidos en las fauces del tiempo, así como las primitivas columnas del Café España o el detalle de la parte superior de nuestra querida fuente, el cual me reservo y dejo para aquellos que tengan interés en apreciarlo.
Como decía, esta imagen da paso a una serie de interesantes artículos que nos ofrecen una visión de nuestras tradiciones, desde la comerciales a las religiosas pasando por las nostálgicas y las anécdotas médicas. No me gustaría destacar ninguno, ya que todos merecen ser leídos con atención, y no sería justo distinguir a nadie, ya que están escritos con gran maestría y conocimiento de causa.
En un libro dedicado a nuestra Fiesta no sería de justicia el no contar con un apartado de APUNTES FESTEROS y en este encontramos nombres de auténticos maestros en glosar la Fiesta, como José Luis Mansanet, José Soler, Adrián Espí y José Antonio Sirvent, pero es en el primer artículo firmado por Miguel Ángel Martínez donde se da una definición perfecta de lo que debe ser una Revista de Fiestas. Ruego me disculpen, pues el texto está en valenciano y no domino debidamente la lengua de nuestro Santo Patrón, pero no puedo resistirme a intentarlo, dice así: " Considere els llibres de Festa una part fonamental d'aquesta, per ser el recull gràfic i literari, que permet salvaguardar i reconeixer la grandesa de tota la festa per al seu futur". Miguel Ángel Martínez nos ofrece un recorrido por la obra de Adolf Salvá i Ballester, esudioso de la Fiesta de Moros y Cristianos de la primera mitad de nuestro siglo; Mansanet se ocupa de la arcabucería, auténtico caballo de batalla de la Fiesta; Soler Cardona, asesor religioso de la UNDEF, nos introduce en la religiosidad de la Fiesta, Adrián Espí, haciendo gala de su prosa poética, nos hace navegar por el maravilloso mar de la música festera y José Antonio Sirvent reflexiona sobre los aspectos lúdicos y religiosos de la Fiesta. A continuación la Comparsa Maseros nos presenta su XX Aniversario, y desde esta tribuna quiero felicitar a este grupo de festeros que trabajan por seguir haciendo grande nuestra Fiesta. Cierra este apartado un artículo firmado por "un devoto de San Vicente Ferrer y admirador de sus moros y cristianos", al cual es una lastima no poder conocer para felicitarle por su acertado escrito.
También nuestros poetas locales tienen cabida en esta revista en el llamado RINCÓN POÉTICO, y así podemos leer los sentimientos, vivencias y emociones de Bartolomé Navarro, Maruja Lillo, María del Carmen Ferrándiz y Rosa Lillo. Muy importante para la cultura de nuestro pueblo es esta forma de manifestación literaria, bastante incomprendida en nuestra época, pero escrita con el corazón que es a la fin y a la postre el motor que mueve el mundo.
Llegamos a uno de los apartados que considero fundamentales en una Revista de Fiestas. Hasta ahora han escrito personajes importantes de la política,  de la sociedad sanvicentera y de la vida festera, pero se echa de menos en una publicación de fiestas la presencia del fester. Aunque denostado por muchos, que afirman que sus escritos son aburridos y repetitivos, el RINCÓN FESTERO cumple la función perfecta para la cual está dedicada la Revista, es decir, recoger la opinión sincera del fester , que piensa y que siente acerca y sobre su fiesta.
El último apartado que compone nuestra Revista de Fiestas está dedicado a todas aquellas entidades que desarrollan su labor en NUESTRO PUEBLO; festeras, musicales y de carácter asociativo, nos muestran sus proyectos, así como sus ilusiones de futuro.
Las páginas finales de la Revista, como todos los años, están dedicadas a los colaboradores, que en forma de anuncio ayuda, o mejor dicho, hacen posible en su totalidad esta edición. Pero junto al que colabora pecuniariamente hay también todo un equipo de gente con grandes dosis de ilusión y paciencia cuyo fin último es que la revista salga a la calle. Por todo ello me gustaría reivindicar hoy desde aquí el papel de toda estas personas que permanecen en el anonimato y que son los verdaderos responsables de que San Vicente tenga una magnifica revista de fiestas. Por ello les quiero decir en unas palabras la única recompensa que esperan. Gracias por vuestro trabajo.
Una vez ya desveladas las agradables sorpresas que nos ha deparado esta gran publicación, ya sólo me resta despedirme de todos ustedes, pero permitanme que aproveche esta excepcional ocasión para agradecer a los responsables de la confección del libro la oportunidad que me han brindado de estar aquí junto a ustedes y en segundo lugar, en la hora de la despedida como miembro de la Junta Directiva de la Unión de Comparsas, tras seis años de aportar mi pequeño granito de arena por la Fiesta, agradecer a todas las personas que depositaron su confianza en ese joven inexperto, sus consejos, sus desvelos y sus ilusiones.
Para terminar y aunque sosegado el espíritu por el paso de los años, todavía queda un resquicio de aquel joven con ideas peregrinas que sigue soñando con desterrar de la Fiesta la letra "y", para así finalizar deseándoles unas felices Fiestas Patronales de Moros y Cristianos.

                                                                                Juan Pascual Beviá Ivorra.
                                                                                      5 de Abril de 1998 

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