jueves, 29 de marzo de 2012

PRESENTACION LIBRO DE FIESTAS 1998



Antes de comenzar esta breve alocución, y como es preceptivo por normas de cortesía, señalan los manuales del buen orador que hay que saludar a la concurrencia, como mis dotes para la oratoria no pasan de ser de un mero aspirante a ella, utilizaré el plagio para ello, y que mejor que las palabras de mi amigo y maestro Sirvent Mullor en la Presentación del Libro de Fiestas de 1995, "Señoritas Reinas de las Fiestas y de la Primavera. Capitanes Generales de la Fiesta de Moros y Cristianos. Autoridades y Responsables de la Comisión Municipal de Fiestas y de la Unión de Comparsas "Ber-Largas". Señoras y Señores"
Cuando hace algunos meses mi buen amigo el presidente de la Unión de Comparsas me ofreció la posibilidad de presentar la Revista Oficial de Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos, dije sí, haciendo más caso al corazón que a la cabeza, al rato recapacité y me di cuenta del enorme compromiso que había adquirido, ya que tenía la responsabilidad de ocupar el estrado donde años atrás insignes sanvicenteros habían escrito páginas inolvidables de nuestra Fiesta. A la hora de escribir estas líneas surgían dudas, miedos y el temor a no estar a la altura de las circunstancias, pero como en todo lo que se hace por la Fiesta, el corazón es dueño y señor de nuestros sentimientos y solamente el lazo emocional que me une con esta publicación es la motivación que me impulsa a hablar sobre ella.
Mi relación con la Revista comenzó a finales de 1992, cuando el entonces presidente de la Unión de Comparsas, Francisco Morales, confió en las posibilidades de un joven inexperto pero con ganas de trabajar. Rápidamente contacte con Felipe Gómez Camacho, presidente de la Comisión Municipal de Fiestas, que me presentó a su equipo de trabajo formado por Pascual Martínez, José Luis Gómez Pastrana y Joaquín Rubio, y así junto con Luis Lledó nos metimos de lleno en esta maravillosa aventura.
Queríamos que la Revista sufriera un cambio radical y tras algunos meses de esfuerzo tomó forma, se convirtió el sueño en una realidad que afortunadamente sigue evolucionando, alcanzando hoy en día un nivel que ni imaginábamos hace cinco años. Pero ese cambio no solamente afectó al Libro, sino que los lazos entre las dos entidades se fortalecieron y se renovó la idea de que podríamos trabajar juntos.
Con el tiempo, cuando uno alcanza conocimientos y la madurez que representa ocupar cargos en la Fiesta, abandona ciertas ideas peregrinas defendidas con ardor de juventud, es por esto que el que hoy está aquí ante ustedes aboga más por la convivencia entre nuestras fiestas y por la colaboración entre dos fiestas hermanas, que por suerte, tras algunos belicosos años ahora pueden estar orgullosas de compartir una Fiesta que es patrimonio de todos los sanvicenteros y que hay que cuidar y potenciar, y el Libro de Fiestas es el mejor ejemplo de esta fructífera unión.
La Fiesta, esta maravillosa experiencia, que nos une a todos en un fraternal abrazo, evoca recuerdos de mi niñez, en blanco y negro por supuesto, en algunas fotografías ya raídas donde un niño en pantalones cortos recorría de la mano de sus padres una feria que deslumbraba su imaginación, allí habían cosas maravillosas y siempre regresábamos a casa con algún cachivache que el tiempo olvidaba en un rincón. Con los años ese niño fue creciendo y descubriendo en la Fiesta la vertiente lúdica y religiosa; lúdica en las cabalgatas que excitaban los cuerpos en busca del ansiado caramelo, y religiosa en el fervor hacia el Santo Patrón, misa y procesión, que aunque aburrido para un niño era condición indispensable para asistir a las fiestas. Cuando los recuerdos pasaron del blanco y negro al color, descubrió ese niño, cada vez más adulto, la Fiesta de Moros y Cristianos. Desde el balcón de casa de su abuela veía pasar gente que uniendo sus hombros parecían ascender hacia el cielo con un ritmo armónico que hacía contonear sus siluetas. En ese instante decidió que algún día él también tocaría con sus dedos las nubes, y la oportunidad por fin llegó, y desde ese momento año tras año recorre ese mágico itinerario en busca del cielo, y les puedo asegurar que año tras año lo consigue, ya que ese niño que al abrazo de nuestra Fiesta se ha hecho mayor, se encuentra aquí, emocionado, tocando de nuevo el cielo, intentando presentar nuestro Libro de Fiestas. Pero es ya momento de olvidar los recuerdos y vivir la realidad. Y esta realidad es la que hoy tengo entre mis manos y voy a intentar presentarles.
Nada mejor que comenzar por el principio, por la portada, obra del artista local Pascual Martínez, el cual viene dedicando su obra a este menester desde 1993, ofreciéndonos auténticas maravillas del sentir sanvicentero trasladadas al lienzo. Abre la Revista la figura de nuestro Santo Patrón, San Vicente Ferrer, en una nueva imagen de su completa iconografía en la que apreciamos la nueva filacteria colocada el año anterior, con su tradicional leyenda latina "Timete deum et date illi honorem"
El sumario, perfectamente estructurado, nos presenta en su página izquierda unas fotografías que a modo de portadillas nos van abriendo el apetito  sobre lo que posteriormente conoceremos; pero antes de meternos de lleno en lo que verdaderamente es Fiesta, son obligados los saludas institucionales, la Familia Real, el President de la Generalitat, el Presidente de la Diputación, nuestro Alcalde, el Regidor de Festes, Presidente de la UNDEF, los Sacerdotes, la Comisión Municipal de Fiestas y el Presidente de la Unión nos introducen ya definitivamente en lo que es la esencia e la Revista de Fiestas.
El primer bloque, dedicado a NUESTRAS FIESTAS, abre con una fotografía a doble página que trae recuerdos del pasado reciente, el quiosco de la plaza, la balaustrada, en definitiva, un pueblo como siempre nos ha gustado, imbuido de modernidad pero con sabor a pueblo, da paso a nuestras Reinas y Cortes de Honor, explosión de belleza, que yo, inexperto en el arte de la pluma, no me atrevo a glosar, aunque no me puedo resistir a dedicarle unas palabras a Elena, nuestra Reina, festera donde las haya, que cumplirá este año con orgullo su cargo, como cumplió en el año de su Alferecía, y no debe dudar ni por un instante que nuestras Comparsas le rendirán homenaje en su ascender por la calle Ancha, para el año que viene volver a recorrer juntos ese mágico itinerario. Separadas pero unidas al mismo tiempo por el cartel de Fiestas, obra este año de un fester de nuestro pueblo, encontramos a los cargos festeros de la Unión de Comparsas, estructurados en trípticos aparece en primer lugar la Capitanía Cristiana, Comparsa Estudiantes; a continuación la Capitanía Mora, Comparsa Pacos; la Alferecía Cristiana, Comparsa Contrabandistas y la Alferecía Mora, Comparsa Almorávides. Para finalizar este primer bloque con el guión de actos, donde día a día y hora a hora se ofrece al pueblo de San Vicente un año entero de trabajo para su regocijo y diversión.
ASÍ FUE 1997 se inicia con una magnifica fotografía donde se recoge la esencia de la Fiesta, la simbiosis entre la Fiesta Patronal y la de Moros y Cristianos representadas éstas en las figuras de sus reinas y cargos. Arranca este bloque la Presentación del Libro de Fiestas 1997, realizada por Mari Carmen Pastor, de la que siento sana envidia por lo acertado de su exposición. Discurso del mantenedor, Juan Rafael Guijarro, en la Presentación de la Reina de las Fiestas, y Pregón a cargo de Carmen Alborch, dan paso, a mi modesto entender, a la verdadera espina dorsal de este bloque , las Crónicas de Fiestas, tanto de la Comisión Municipal como de la Unión de Comparsas, ya que el tiempo pasa y borra los recuerdos que quedan simplemente convertidos en fotografías o recortes de prensa, de ahí la importancia de escribir nuestra historia, y la crónica representa nuestra herencia impresa a las generaciones futuras.
Como novedad, este año se incluye en este apartado las despedidas de las Reinas y Cortes de Honor 1997, así como pequeñas crónicas de los cargos festeros salientes.
El siguiente bloque, dedicado a las COMPARSAS, nos adentra en esos núcleos festeros que desarrollan con gran esfuerzo e ilusión un trabajo durante todo un año para mostrarlo a nuestros convecinos en esos mágicos cuatro días. Es de destacar el notable cambio de diseño que se ha producido en este apartado, ya que encontramos la página introductoria de la Comparsa enmarcada en un arco, ojival el cristiano, de herradura el moro. Separando ambos bandos, nuestros Embajadores como fiel reflejo de la hermandad que une al mundo festero.
Inicia el apartado titulado NUESTROS RECUERDOS, VIVENCIAS E HISTORIA una maravillosa fotografía que como recuerdo de nuestro pasado nos muestra lo que en su día fue Plaza de la Constitución, hoy Plaza de España. Me gustaría que cuando tuvieran la oportunidad de tener el libro en sus manos observen ciertos detalles, como por ejemplo la fachada de la Casa Parroquial o las originales escalinatas de la iglesia, ambos elementos desaparecidos en las fauces del tiempo, así como las primitivas columnas del Café España o el detalle de la parte superior de nuestra querida fuente, el cual me reservo y dejo para aquellos que tengan interés en apreciarlo.
Como decía, esta imagen da paso a una serie de interesantes artículos que nos ofrecen una visión de nuestras tradiciones, desde la comerciales a las religiosas pasando por las nostálgicas y las anécdotas médicas. No me gustaría destacar ninguno, ya que todos merecen ser leídos con atención, y no sería justo distinguir a nadie, ya que están escritos con gran maestría y conocimiento de causa.
En un libro dedicado a nuestra Fiesta no sería de justicia el no contar con un apartado de APUNTES FESTEROS y en este encontramos nombres de auténticos maestros en glosar la Fiesta, como José Luis Mansanet, José Soler, Adrián Espí y José Antonio Sirvent, pero es en el primer artículo firmado por Miguel Ángel Martínez donde se da una definición perfecta de lo que debe ser una Revista de Fiestas. Ruego me disculpen, pues el texto está en valenciano y no domino debidamente la lengua de nuestro Santo Patrón, pero no puedo resistirme a intentarlo, dice así: " Considere els llibres de Festa una part fonamental d'aquesta, per ser el recull gràfic i literari, que permet salvaguardar i reconeixer la grandesa de tota la festa per al seu futur". Miguel Ángel Martínez nos ofrece un recorrido por la obra de Adolf Salvá i Ballester, esudioso de la Fiesta de Moros y Cristianos de la primera mitad de nuestro siglo; Mansanet se ocupa de la arcabucería, auténtico caballo de batalla de la Fiesta; Soler Cardona, asesor religioso de la UNDEF, nos introduce en la religiosidad de la Fiesta, Adrián Espí, haciendo gala de su prosa poética, nos hace navegar por el maravilloso mar de la música festera y José Antonio Sirvent reflexiona sobre los aspectos lúdicos y religiosos de la Fiesta. A continuación la Comparsa Maseros nos presenta su XX Aniversario, y desde esta tribuna quiero felicitar a este grupo de festeros que trabajan por seguir haciendo grande nuestra Fiesta. Cierra este apartado un artículo firmado por "un devoto de San Vicente Ferrer y admirador de sus moros y cristianos", al cual es una lastima no poder conocer para felicitarle por su acertado escrito.
También nuestros poetas locales tienen cabida en esta revista en el llamado RINCÓN POÉTICO, y así podemos leer los sentimientos, vivencias y emociones de Bartolomé Navarro, Maruja Lillo, María del Carmen Ferrándiz y Rosa Lillo. Muy importante para la cultura de nuestro pueblo es esta forma de manifestación literaria, bastante incomprendida en nuestra época, pero escrita con el corazón que es a la fin y a la postre el motor que mueve el mundo.
Llegamos a uno de los apartados que considero fundamentales en una Revista de Fiestas. Hasta ahora han escrito personajes importantes de la política,  de la sociedad sanvicentera y de la vida festera, pero se echa de menos en una publicación de fiestas la presencia del fester. Aunque denostado por muchos, que afirman que sus escritos son aburridos y repetitivos, el RINCÓN FESTERO cumple la función perfecta para la cual está dedicada la Revista, es decir, recoger la opinión sincera del fester , que piensa y que siente acerca y sobre su fiesta.
El último apartado que compone nuestra Revista de Fiestas está dedicado a todas aquellas entidades que desarrollan su labor en NUESTRO PUEBLO; festeras, musicales y de carácter asociativo, nos muestran sus proyectos, así como sus ilusiones de futuro.
Las páginas finales de la Revista, como todos los años, están dedicadas a los colaboradores, que en forma de anuncio ayuda, o mejor dicho, hacen posible en su totalidad esta edición. Pero junto al que colabora pecuniariamente hay también todo un equipo de gente con grandes dosis de ilusión y paciencia cuyo fin último es que la revista salga a la calle. Por todo ello me gustaría reivindicar hoy desde aquí el papel de toda estas personas que permanecen en el anonimato y que son los verdaderos responsables de que San Vicente tenga una magnifica revista de fiestas. Por ello les quiero decir en unas palabras la única recompensa que esperan. Gracias por vuestro trabajo.
Una vez ya desveladas las agradables sorpresas que nos ha deparado esta gran publicación, ya sólo me resta despedirme de todos ustedes, pero permitanme que aproveche esta excepcional ocasión para agradecer a los responsables de la confección del libro la oportunidad que me han brindado de estar aquí junto a ustedes y en segundo lugar, en la hora de la despedida como miembro de la Junta Directiva de la Unión de Comparsas, tras seis años de aportar mi pequeño granito de arena por la Fiesta, agradecer a todas las personas que depositaron su confianza en ese joven inexperto, sus consejos, sus desvelos y sus ilusiones.
Para terminar y aunque sosegado el espíritu por el paso de los años, todavía queda un resquicio de aquel joven con ideas peregrinas que sigue soñando con desterrar de la Fiesta la letra "y", para así finalizar deseándoles unas felices Fiestas Patronales de Moros y Cristianos.

                                                                                Juan Pascual Beviá Ivorra.
                                                                                      5 de Abril de 1998 

jueves, 22 de marzo de 2012

1998


La España de 1998 seguía depurando los desmanes políticos de años anteriores. El 26 de febrero el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán fue condenado a 28 años de cárcel por malversación de fondos públicos, cohecho, estafa y delitos contra la Hacienda Pública. Al mismo tiempo el Supremo condena a diez años de prisión y doce de inhabilitación al ex ministro del interior José Barrionuevo y al ex secretario de estado para la seguridad Rafael Vera por haber autorizado en 1983 el secuestro de Segundo Marey; ellos saldrían ciento cinco días después por un indulto del Gobierno. También fueron condenados otros responsables como el ex gobernador civil de Vizcaya, Julián Sancristobal; el secretario general del PSOE en Vizcaya, Ricardo García Damborenea y los policías Miguel Planchuelo y Francisco Alvarez. Mientras tanto la política seguía con su día a día. Juan José Ibarretxe fue elegido Lendakari y José Borrell candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.
En el extranjero, los desastres naturales se cebaron en Afganistán donde un terremoto causó cuatro mil quinientas victimas mortales y en Centroamerica donde el paso del huracán "Mitch" dejó unos diez mil muertos y tres millones de damnificados, y a sido considerado como uno de los mayores desastres naturales de la historia.
A caballo entre la crónica rosa y la internacional saltó un gran escandalo en Estados Unidos ya que el Presidente norteamericano Bill Clinton tuvo que reconocer, debido a la presión mediatica, relaciones sexuales en la Casa Blanca con la becaria Mónica Lewinski.
En el apartado estrictamente rosa la boda de Eugenia Martínez de Irujo con el torero Francisco Rivera Ordoñez y el nacimiento del primer nieto de los Reyes. También se hizo eco del fallecimiento de Ramón Sampedro, un gallego tetraplejico que puso fin a su vida tras luchar por la legalización de la eutanasia, y de la comercialización de la Viagra.


En San Vicente reinaba la estabilidad tanto a nivel municipal con Paco Canals en la Alcaldía y Vicente Ferrándiz en la Concejalía de Fiestas, como a nivel festero con Carmen Guijarro en la Presidencia de la Comisión Municipal de Fiestas y José Manuel Díez que afrontaba su último año de Presidente de la Unión de Comparsas antes de las elecciones que tendrán lugar tras finalizar las Fiestas de este año.
La Fiesta si que iba a afrontar este año un cambio sustancial en uno de los actos más olvidados tanto por el fester como por el público, me refiero a la Entrada de Bandas. Este acto surgió al principio de la Fiesta con el único objetivo de llevar a la banda de música al principio del desfile, con el tiempo se fue reglando pero año tras año se cometían los mismos errores. Falta de público, en esos años sentarse en una silla de madera a las cinco de la tarde implicaba seis horas de desfile; falta de seriedad del fester, ausencia del propio fester del acto, el fester a estas horas se estaba pertrechando para el desfile; cansancio de las banda que participaban con el bando moro. En 1998 se decidió acabar con todo esto e intentar renacer un acto que languidecía y que caminaba por la Fiesta sin pena ni gloria, la forma de potenciarlo fue cambiando de día y pasarlo al viernes antes del pregón, y de itinerario, ahora transcurriría por la Avenida de la Libertad. El resultado fue un éxito total de público y festeros asistentes.


Este año el cartel de Fiestas fue realizado por un buen amigo mío, fester de la Comparsa Abbasires, José Manuel Manzaneque.
La Presentación de 1998 fue la última que realicé como máximo responsable, la quise dedicar a todas aquellas personas que de forma altruista han colaborado como presentadores durante todos estos últimos años. A diferencia de los años anteriores no recuerdo ningún lío ni en los ensayos ni en el espectáculo, algo que es de agradecer.
La Presentación del Libro de Fiestas tuve el grato placer de que se me ofreciera realizarla; fue un domingo 5 de abril en el Auditorio del Centro Social. No voy a realizar ningún comentario del acto pero publicaré en el blog un anexo con el texto completo de la presentación para todo aquel que le apetezca recordarlo. El Pregón de este año fue realizado por José Antonio Sirvent Mullor y como he dicho en otras ocasiones lo he colocado siempre en la trilogía de pregones insuperables, junto con Santonja y Espí Valdés. Fue un pregón emocionante, de aquellos que llegan al corazón y sólo puede escribir un hijo del Pueblo y además Fester.
Las Fiestas se desarrollaron por cauce normales, como debe de ser, y esto además es motivo de alegría si conoces a los cargos festeros; me alegré mucho por la Reina de las Fiestas, Elena, a la que conocí años atrás en la Alferecía de los Maseros; al Capitán Moro, Manolo, con muchos años de amistad y al Alférez Moro, Jorge, amigo y compañero de trabajo en la Unión de Comparsas. Por ellos y sobretodo porque sabía que iba a ser mi último año como vicepresidente de la Unión de Comparsas, fue un año intenso donde intente responder a la confianza depositada en mí.
La Comparsa seguía presidida por José Luis Espinós y la kábila en la calle Labradores. La estabilidad era la norma en estos años también en el tema del número de socios; la comparsa fluctuaba levemente tres socios arriba, tres socios abajo, este año eramos ciento treinta y siete y afrontábamos una capitanía en el horizonte. Los Capitanes de Comparsa de ese año fueron José María Sanchís y su hija Gemma Sanchís. Este año, tras el Mig Any, y ante la proximidad de la capitanía, la Junta Directiva decidió que cada una de las filadas tomara un nombre. La filada se reunió en octubre en la cervecería Pascualet,  y decidió adoptar el nombre de Magenta. Este año la filada la formábamos de izquierda a derecha, Juan Pascual Beviá, Modesto Botella, Esteban Blasco, Miguel Angel Juan, Angel Tello, Facundo Torregrosa, Pedro Villardelsaz, Mariano Beviá, Pedro Orts, Paco Morales, Fernando Perona, José Amat y como cabo Luis Lledó.


 Desde el punto de vista personal 1998 amanecía con un niño recién nacido, fue el mejor regalo de Navidad que hubiéramos deseado. El inicio del año lo pasamos en el hospital ya que Gloria necesitó algunos cuidados tras dar a luz; la llegada a casa fue apoteósica, ya llevaba yo varios días dándole a oler al perro cosas usadas por el bebé para evitar ese primer momento, nada más llegar a casa dejamos que lo olisqueara para que así pasara a formar parte de su familia, sin celos ni rencores. En ese aspecto todo funcionó correctamente y Canela aceptó al bebé no sin mostrar algo de pelusa hacia el recién llegado. Los inicios de unos padres primerizos son tremendamente complicados, viene sin libro de instrucciones y entre lo que te dicen unos y comentan otros vas sacando conclusiones, que en la mayor parte de los casos te conducen al error pero equivocandose es como se aprende en este menester. Todavía recuerdo los primeros cambios de pañal, esa simpática meada en la cara por hacerle cosquillas allá donde no se debe, el baño nocturno y ese olor a bebé que jamas se olvida, las difíciles noches, sobre todo para Gloria ya que mi sueño es algo pesado, con vómitos incluidos. Y a pesar de todo esto es tremendamente satisfactorio y una de las cosas más bonitas que te pueden ocurrir en a vida. Al poco tiempo nacerían Jesús y Deborah y junto con sus orgullosos padres posaron en una foto histórica, que a pesar de haber sido ya publicada en algunas redes sociales no me cansaré de ver y de incluir de nuevo aquí.


Catorce años después esta foto volverá a repetirse en el mismo lugar, junto a la iglesia de La Inmaculada, el mismo día, domingo de Ramos, y con los mismos personajes evidentemente no al brazo. Siguiendo con el tema de los bebes este año también nació mi sobrina mayor, Rocío, hija de mis cuñados Vicente y Rocío.
Durante las fiestas de ese año bautizamos a nuestro hijo Alejandro, fue un bautizo festero en la iglesia de San Vicente Ferrer. El niño llegó a la iglesia sobre un palanquín hecho por su abuelo Mariano y portado por algunos amigos de mi filada. Los padrinos fueron mi cuñada Cristina y mi añorado tío Juan, hermano de mi madre, no confundir con el hermano de mi padre.


Antes del bautizo ocurrió una anécdota curiosa ya que entramos a la sacristía para  hablar con el cura, don Juan Bertomeu si no me traiciona la memoria, y le informamos que el niño iba vestido de moro al igual que la mayor parte de los invitados, a lo que respondió que le daba igual como si hubiéramos querido traerlo de torero.Ya después, y como va siendo tradición familiar, nos marchamos al Mesón San Vicente a disfrutar de una comida con familia y amigos. No se pudo hacer muy largo ya que por la tarde había desfile y mucha gente de la que allí se encontraba tenia obligaciones con la fiesta, el padre el primero.


Como todos los años, y este no iba a ser una excepción, también salimos de viaje; sólo cambiaba una cosa que en el coche eramos uno más. Este año nos fuimos con Alejandro, con tan sólo ocho meses, a Bailén y al Santuario de la Virgen de la Cabeza, ante la cual presentamos al niño.


Fue un maravilloso viaje donde estuvimos en casa de Paco y Mari con María devolviéndoles su visita al bautizo de Alejandro. Me acuerdo de la vuelta, con un coche cargado hasta los topes de ropa, pañales, carro de bebé y regalos para todos ya que visitamos una cerámica y casi la vaciamos.


Nada más volver del viaje me enteré que había ganado por segundo año consecutivo el Premio Octubre de Investigación Local convocado por el Ayuntamiento de San Vicente con el trabajo titulado "La Fiesta de Moros y Cristianos en San Vicente del Raspeig".
Así fue como transcurrió nuestro primer año entre pañales, con ilusión y aprendiendo día a día algo tan difícil y maravilloso como criar a un hijo.



martes, 13 de marzo de 2012

1997




En nuestra retina ha quedado como una daga en una herida sangrante la imagen de Miguel Ángel Blanco llegando al hospital momentos después de encontrarle herido de muerte; es una escena difícil de olvidar y difícil de comprender para una persona que no sea un sanguinario asesino, una persona capaz de pegarle dos tiros en la nuca a un inocente simplemente por no compartir sus ideas. Eso fue lo que ocurrió un doce de julio cuando unos asesinos pertenecientes a la banda terrorista ETA asesinaron al Concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, después de tenerlo secuestrado 48 horas exigiendo al Gobierno el reagrupamiento de los presos etarras en el País Vasco. Ante este atroz crimen la sociedad española se movilizó unanimemente saliendo a la calle, cientos de miles de personas mostraron su rechazo a los terroristas y creando sin querer lo que se conoció como "el espíritu de Ermua". Recuerdo haber vivido este momento muy intensamente, era sábado y yo estaba solo en  casa, Gloria estaba trabajando en el Corte Inglés, con la radio puesta escuchando música, cortaron la emisión para informar que Miguel Ángel Blanco había sido encontrado en un bosque cercano con vida, que estaba muy grave y lo llevaban al hospital, recuerdo haber pensado "aguanta chaval, aguanta"; más tarde cuando confirmaron la noticia de su muerte unas lágrimas escaparon de mis ojos, esto ya había ido demasiado lejos.
Evidentemente esta noticia eclipsó a todas las demás, aunque también las hubieron positivas relacionadas con el terrorismo como la liberación de Cosme Desclaux tras 232 días de secuestro y la de Ortega Lara tras 532 días privado de libertad.
Fue un año especialmente desafortunado ya que también fallecían el diseñador italiano Gianni Versace, asesinado en la puerta de su casa de Miami, el actor estadounidense James Stewart, el oceanógrafo francés Jacques Cousteau, la misionera Madre Teresa de Calcuta y el trágico suceso que desbordó a la prensa rosa a final del verano, el fallecimiento de la Princesa Diana de Gales en un accidente de trafico en París. Esta misma prensa también se hizo eco de la boda de la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarín en Barcelona.


En San Vicente las cosas seguían igual, parecía que había estabilidad en todas las áreas festeras del pueblo, desde la Concejalía de Fiestas a la Unión de Comparsas pasando por la Comisión Municipal, no eran tiempos de cambios lo cierto es que todo funcionaba bastante bien tanto en el Ayuntamiento como en las asociaciones. En la Unión de Comparsas a finales de 1996 estalló un problema que venía  desde mayo de 1990 y es el conflicto entre la Comparsa Negros Zulúes y la Escuadra Caballo Loco. La Unión de Comparsas tomó cartas en el asunto y el Presidente me encargó que formara una Comisión para intentar aclarar el tema y darle una solución definitiva. La Comisión presidida por mí estaba compuesta por José Antonio Gómis, Juan José Juan, Rafael Monllor y Carlos Torregrosa. Tras multitud de reuniones con ambas partes en la Sede Social de la Unión de Comparsas, que por esas fechas se encontraba en la Plaza del Pilar, se llegó a un principio de acuerdo en un borrador que debía de aprobar la Asamblea de Socios Compromisarios. Tensa Asamblea la que nos tocó vivir ya que para Caballo Loco era a vida o muerte, si los compromisarios votaban a favor se segregaban de la Comparsa y podían seguir en la Fiesta, mientras que si el voto era negativo causaban baja en la Unión de Comparsas de forma inmediata. Mas relajada era la postura de la Comparsa Negros Zulúes ya que legaban a la Asamblea habiéndose quitado el problema de encima, me explico, si salía el voto afirmativo ellos ganaban ya que desparecía el problema y si el voto era negativo también porque causaban baja, así que victoria segura. Los que estábamos en la mesa si que pasamos un mal rato y los festeros de Caballo Loco siguen en la Fiesta gracias a Los Pacos que se ausentaron para almorzar y también gracias a todos aquellos compromisarios que en vez de votar las opciones presentadas se dedicaron a insultarme en sus votos.
La Presentación de ese año estuvo dedicada a reconocer la labor de los alcaldes de fiestas y sirvió para homenajear a Ismael García. El presentador de ese año fue Raúl Chust, fester de Almogavers en aquellas fechas. Como no hay Presentación tranquila pues esta tampoco lo fue, Astures y Marroc's, Alferecías salientes, se pusieron de acuerdo en realizar un corbatín para colocarlo a la bandera de cada bando y lo notificaron el mismo día del ensayo. Las Capitanías estaban en contra y en los Estatutos no se recogía nada así que como organizador opté porque no se colocaran y me gané el enfado de algunas personas a las que aprecio. Al cabo del tiempo hablamos del tema y todo quedo olvidado.
Me gustaría hacer especial referencia al cartel ganador de este año; para mi uno de los tres mejores carteles de la historia de la fiesta en San Vicente realizado por el artista Martigó, seudónimo de mi buen amigo Pascual Martínez.
El Auditorio del Centro Social de nuevo sirvió de marco para la Presentación del Libro de Fiestas encargada este año a la festera de la Comparsa Moros Viejos, Mari Carmen Pastor Soler; era la primera vez que una mujer presentaba nuestro libro y ya era hora. También una mujer fue ese año la Pregonera, de nuevo la politica en un balcón festero, este año fue la Diputada socialista Doña Carmen Alborch; un pregón más, ni fú ni fá.
Todos nos acordamos de lo que sucedió este año durante la procesión, aquel que lo vivió no olvidará jamás el parón, los rumores, las sirenas de las ambulancias, la incertidumbre, en definitiva el caos que se vivió. Yo tan sólo puedo contar lo que viví; la procesión arrancó con toda normalidad y yo me encontraba en la comitiva junto a mis compañeros de la Unión de Comparsas y la Comisión Municipal de Fiestas. A la altura del antiguo cine Principal, donde hoy se encuentra el nuevo Ayuntamiento, la Procesión se paró en seco, enseguida se corrió el rumor de que algo había pasado en la calle Ancha; al rato abandoné mi lugar y me dirigí por el centro de la calle Ancha de Castelar hacía arriba, a la altura del colegio Santa Faz el caos era absoluto, yo sabía que mi madre salía en la fila de la cera y mi mujer se encontraba viendo el acto, pero no sabía donde estaban. Cuando regresaba a mi sitio a contar lo que había visto me encontré a Eva Belló, junto con el resto de Concejales, llorando desconsoladamente, en ese momento creíamos que había victimas mortales aunque no sabíamos todavía lo que había sucedido. Entre la gente de la Unión de Comparsas y de la Comisión Municipal de Fiestas que nos encontrábamos allí optamos, en una decisión sin precedentes, que el Santo diese la vuelta y se dirigiera de nuevo a la Iglesia por la calle Pintor Picasso. Tengo que reconocer que la vuelta fue muy amarga, en el silencio más absoluto, todavía se me eriza el vello al recordarlo. Cuando el Santo estaba haciendo la maniobra para colocarse en la Iglesia una señora dirigiéndose a mí me dijo "la culpa de esto la tienen los moros", me quedé helado y Luisa, la actual Alcaldesa, que estaba a mi lado le recriminó sus palabras.
Puedo afirmar que ha sido la peor experiencia festera de mi vida, cada vez que paso por el lugar la vista se me va a ese balcón del primer piso que pudo causar una tragedia. Como curiosidad comentar que en el Libro de Fiestas de 1998, en la página 71 hay una fotografía del balcón tomada el mismo día de la desgracia, pero por la mañana durante la Ofrenda. Casualidad.



La Comparsa, bajo mi punto de vista se encontraba en un momento esplendido. Bajo la presidencia de José Luis Espinós y con 141 socios se afrontaban estas Fiestas de 1997; eran años en los que reinaba un gran ambiente y ya se comenzaba a trabajar todos juntos en lo que iba a ser la Capitanía de 1999. Los Capitanes de Comparsa de ese año fueron Luis Manuel Más Orts y Carolina Guillén Espinós.





Tengo muy buenos recuerdos de estos años sobretodo de un acto que se celebraba tras las fiestas, la Batalla de Flores. La Comparsa comía en la kabila el domingo posterior a Fiestas y tras la sobremesa nos íbamos todos a la calle Ancha, casi siempre al cruce con Picasso, para disfrutar de este fin de fiesta.


En lo personal, 1997 fue un año muy cargado de acontecimientos que desembocarían a final de año con un gran regalo, el nacimiento de mi hijo Alejandro. El año lo iniciamos en la casa de Juan de Herrera pero ante la proximidad de la entrega de llaves del piso nuevo ya empezamos a empaquetar antes del verano; cuando pasaron las vacaciones ya no volvimos a Alicante, nos quedamos en San Vicente en casa de mis padres pero todavía se alargaría la mudanza hasta finales de año, el día de Nochebuena de 1997 fue la primera noche que pasamos en nuestra nueva casa.



En junio, con Rafa y Vero nos fuimos a Madrid, allí pasamos unos días maravillosos visitando el Museo del Prado, el Thyssen, el Palacio Real, el Retiro, en fin todo lo que se puede ver cuando vas de turista. Dio la casualidad que cuando nos fuimos a Madrid nuestras mujeres ya estaban embarazadas y los controles de seguridad los pasaban por el lado, eso nos paso en el Museo del Ejercito, y nosotros orgullosos se lo íbamos diciendo a todo el mundo.



Caluroso verano que ambos pasamos embarazados, ya que si bien ella llevaba a nuestro hijo, yo soportaba la pesada carga de su embarazo, aunque he de reconocer que se portó muy bien.



A finales de año, el 30 de diciembre en la Clínica Vistahermosa me ocurrió lo más bonito que me había pasado hasta ahora, el nacimiento de mi hijo Alejandro. Y así, con un pan debajo del brazo, de la mejor manera posible finalizó 1997.




sábado, 3 de marzo de 2012

1996



Año electoral en España, en marzo el Partido Popular gana las elecciones generales por primera vez terminando con catorce años de gobierno socialista liderado por Felipe González, así José María Aznar alcanza la presidencia del país. El terrorismo sigue azotando España y ETA asesina ese año a Fernando Mugica, Francisco Tomás y Valiente, Ramón Doral, Miguel Angel Ayllón y a Isidoro Usabiaga. Mientras ETA mata, la justicia española encarcela a personajes públicos relacionados con el GAL, al exministro José Barrionuevo en enero y al general Enrique Rodriguez Galindo en mayo. En Sevilla comienza en juicio del caso "Arny" con cuarenta y ocho procesados por su presunta implicación en un escandalo de relaciones sexuales con menores. Y como todos los años una nueva tragedia, esta vez de origen natural, sacude a nuestro país, es la conocida como tragedia de Biescas; un alud de agua, barro y tierra provocado por la crecida del río Aras, arrasó el camping "Las Nieves" provocando la muerte de ochenta y seis personas.
En el extranjero fue el año de la encefalopatía espongiforme, conocida más tarde como el mal de las vacas locas, una enfermedad provocada por la ingesta de carne de ganado bovino que tuvo su origen en el Reino Unido y provocó el sacrificio de millones de reses. En Afganistan los talibanes integristas islámicos ocupan militarmente Kabul y establecen un gobierno bajo la ley islámica. En Rusia, Boris Yeltsin vence en las primeras elecciones presidenciales tras la caída de la URSS y en Estados Unidos en julio se inauguran los Juegos Olímpicos de Atlanta.
La prensa de las vísceras viene marcada por bodas y separaciones. Antonio Banderas y Melanie Griffith contraen matrimonio en Londres y Estefanía de Monaco se separa de su marido Daniel Ducruet por una infidelidad retransmitida por televisión.


En San Vicente el municipio seguía dirigido por Francisco Canals en la Alcaldía mientras que donde si hubo un cambio importante fue en la Concejalía de Fiestas que pasó a manos de Vicente Ferrandiz, por aquel entonces fester de la Comparsa Almogavers y gran amigo personal mio. La Comisión Municipal de Fiestas seguía presidida por Carmen Guijarro Pastor y con los mismos componentes que el año anterior. Tras ganar las elecciones a la presidencia de la Unión de Comparsas, el equipo presidido por José Manuel Díez Fuentes nos aprestabamos a organizar nuestras primeras fiestas. Yo formaba parte de este equipo en calidad de vicepresidente del área de cultura y contaba entre mis colaboradores con Luís Lledó, Carlos Torregrosa, Fernando Perona, Juanma Monllor y Emilio Sánchez.


Antes de comenzar este año convendría acabar con el anterior ya que se quedó en el tintero, por las fechas y porque no lo recordé, nuestra participación en Expofiesta 1995. Allí la Fiesta de Moros y Cristianos de San Vicente dispuso de un stand los dos días que duró la feria y en el fueron recibidos todos los que se acercaron a visitarnos. De la feria me viene a la memoria una anécdota muy buena del montaje del stand. Resulta que nosotros veíamos como todos los stands disponían de suelo enmoquetado menos el nuestro, ya que al parecer no se había contratado, y como nos íbamos a quedar nosotros sin moqueta. En el pabellón contiguo finalizaba en esas fechas una feria y la moqueta sobrante la tiraban a un contenedor, ni cortos ni perezosos fuimos al contenedor y cogimos un rollo de moqueta, cual fue nuestra sorpresa y de los que nos rodeaban, al desplegarlo que estaba lleno de mierda de perro y sucio de orines, la feria en cuestión era un certamen canino. Bueno, ya que teníamos el rollo intentamos aprovechar lo que estuviera medianamente limpio colocando estrategicamente las manchas bajo de la mesa que se encontraba en el centro del stand. así es como San Vicente dispuso de moqueta como el resto de nuestro vecinos.

La Presentación de Cargos, mi primera presentación como máximo responsable, fue ese año presentada por Luís Lledó y Mari Carmen Aroca y estuvo dedicada a la mujer festera. Tengo que reconocer que seguramente por inexperiencia no salió el acto todo lo bien que hubiera deseado, fallos en la iluminación dieron un poco al traste con el espectáculo y ya se encargó de recordármelo en aquel mismo momento algún componente de la Comparsa Moros Viejos con muy poca educación para lo que su plácido nombre indica. Hay que aceptar las criticas, van con el cargo. La Presentación del Libro de Fiestas corrió a cargo del ex Concejal de Fiestas y ex Presidente de la Comisión Municipal de Fiestas Don Felipe Gómez Camacho, este año por primera vez se celebró en el Auditorio del Centro Social, lugar más adecuado para este tipo de actos. El Pregonero de 1996 fue un persona bastante especial para mi, Don Adrián Espí Valdés, amigo y profesor mio en la Universidad de Alicante. Desde que le conocí siempre ha sido uno de mis modelos festeros a seguir, por su trayectoria, por la coherencia de sus ideas y por todas las horas que tuve la fortuna de compartir con él tanto en el despacho como tomando café a media mañana. He de reconocer que es uno de los mejores pregones, junto con el de Santonja y el de Sirvent Mullor, que he tenido ocasión de escuchar; por fin una persona que sabe y siente lo que dice no que se lo escriben y finge interés. Además tuve la ocasión de disfrutar del Pregón desde una situación muy especial ya que estaba frente al Pregonero encima del castillo, recordemos que el castillo se montaba en esa época en la Plaza de España mirando a la Avenida de la Libertad, acompañando a un par de cámaras que grababan el acto. Fue una experiencia inolvidable. La nota triste de las Fiestas de este año ocurrió el domingo, un incendio destruyó el taller del artista Ángel Martín y se quemó parte del boato de los Nómadas y los Marroc's.


Por lo que respecta a la Comparsa Tuareg Fernando Perona afrontaba sus últimas fiestas, de esta primera etapa, como Presidente ya que en mayo fue sustituido por José Luis Espinós. El Capitán de la Comparsa fue Francisco Domené y la Abanderada Pepi Beviá.

La Comparsa alcanzó el techo en el número de socios de los años noventa con ciento cuarenta y dos Tuareg dispersados por San Vicente. En la calle Salamanca en marzo de 1996 se inauguró la Sede Social de la Comparsa esta idea había sido largamente acariciada durante muchos años hasta que un socio de la Comparsa, Modesto Botella, comentó la posibilidad de aprovechar una casa en el centro del pueblo que recientemente había quedado vacía. Allí estuvo recogido durante algún tiempo todo el material que durante años estuvo diseminado en casa de algunos festers. A finales de 1997 el local se abandonó y la idea se esfumó.
En el plano personal 1996 fue nuestro primer año de casados, seguíamos viviendo en la casa de la calle Juan de Herrera y ya tuve un pequeño altercado con mi vecino; resulta que teníamos una gotera en el salón y subí a comentárselo, su respuesta fue contundente, la gotera era culpa mía la había provocado un grifo mio. Intente explicarle la ley de la gravedad, que el agua va para abajo, pero se empecinó y llegue a la conclusión que lo mejor era arreglarlo y pensar que la gravedad no afectaba a mis tuberías. Tras terminar los trabajos en su casa, el albañil me comento que la casa de este señor era un polvorín, periódicos y basuras múltiples agrupados por todos los rincones, los quemadores de la cocina habían desaparecido bajo una inmensa capa de mugre grasienta y la goma del butano estaba parcheada con cinta aislante. Así era el personaje con el que tenía que lidiar casi a diario. Con los años me enteré que el pobre diablo murió solo y se lo encontró una sobrina suya momificado dentro de la bañera. Descanse en paz.


En octubre de este año, para celebrar nuestro primer año de casados, nos fuimos una semana a Lanzarote. El viaje no fue tan cómodo como el del año anterior porque tuvimos que hacer trasbordo en Madrid tanto a la ida como a la vuelta; en la ida coincidimos en el avión con el Hércules que ese año, cosa rara, estaba en primera división y jugaba en Madrid contra el Atlético. Una vez aterrizamos en Lanzarote comprendí la expresión "belleza de la fealdad" porque es una isla muy fea pero con una gran hermosura; parece un contrasentido, y sin duda lo es, pero el que ha estado comprenderá mis palabras. Allí hicimos amistad con un joven matrimonio gallego y con ellos recorrimos la isla de día y de noche. Recuerdo con mucho cariño la excursión a lomos de dromedarios, el Parque Nacional de Timanfaya, el crucero a la Isla Graciosa o la noche de marcha en el Puerto del Carmen con visita al Casino incluida. Pero sobretodo yo me quedo con la visita que realizamos a la casa del artista Cesar Manrique; una vivienda excavada en la lava que ahora hace las veces de sede de la fundación que lleva su nombre.


Nada mas volver de Lanzarote nos marchamos con los amigos un fin de semana al hotel Eurotenis de Villajoyosa. Nos fuimos con Fernando y Maribel, Rafa y Vero, Anastasio y Lali y mi cuñada Cristina; visitamos Villajoyosa, La Nucía, Polop, Guadalest, entre risas y cachondeos.


Como anécdota del viaje recuerdo que una noche estábamos tomando unas copas en el bar del hotel y el camarero cuando dio cierta hora y veía que no teníamos ninguna intención de marcharnos, se largó y nos dejó allí las botellas. También fue curiosa la visita que realizamos al Casino Costa Blanca, con apuestas a la ruleta de veinte duros y preguntándole al croupier como se jugaba. Espeluznante.


1996 fue el primero de una larga serie de años perteneciendo a la Junta Central de la Unión de Comparsas; pecamos de inexperiencia al principio y creo que alcanzamos la madurez hacia el final del tercer ejercicio, posiblemente no se debió repetir mandato pero eso es algo que nunca sabremos aunque lo iremos contando poco a poco.