Un grito muy popular en la década de los ochenta tenía su inicio en 1984. Bajo el lema de "OTAN no bases fuera" se produjeron muchas manifestaciones ese año en España sin que el Gobierno socialista de Felipe González se hiciera eco del clamor de la calle. Era la época de irrupción en escena de los GAL, que tanto daría que hablar en el futuro y alguna que otra cabeza política rodó por su culpa. Fidel Castro pisa España por primera vez y es recibido con todos los honores tanto en el aeropuerto como en el Palacio de La Moncloa y como no, la lacra terrorista sigue cobrándose vidas en nuestro país. Pero la noticia que más eco tuvo en la España de 1984 fue sin duda la muerte de "Paquirri" en la plaza de toros de Pozoblanco; todo el país siguió por televisión las primera curas en la plaza y el posterior dolor de su viuda tras el fallecimiento. Un autentico espectáculo televisivo que hoy día, tras el paso de los años, sigue dando lugar a comentarios.
El extranjero también estaba en plena efervescencia, en La India es asesinada la primera ministra Indira Gandhi y un escape de gas venenoso causa la muerte a mas de dos mil personas. Otro escape de gas, esta vez en Méjico causa una nueva masacre. Para la gente que en esa época nos gustaba el cine de aventuras ocurrió una terrible noticia, murió el rey de la selva, me refiero al actor Johny Weissmuller, el tarzán de nuestra niñez.
San Vicente ya llevaba un año regido por el equipo de gobierno de Jaime Antón, las mismas ideas, distintos dirigentes. El ritmo de crecimiento, debido en gran parte a la Universidad y a la cercanía con Alicante se contrapone con unos presupuestos municipales bajos, lo que lleva a una gran cantidad de problemas de todo tipo a resolver, pero en fin para eso están los políticos, para eso les pagamos unos buenos sueldos, no para crear problemas como algún Concejal de Fiestas del momento.
En materia festera se seguía creciendo, se fundaban nuevas Comparsas y se incrementaba el número de socios en las ya existentes. Este año por primera vez en mi vida, y juro que siempre pensé que sería la última, tomé un micrófono y presente junto con mi prima Mónica la Presentación de Cargos de la Unión de Comparsas. Al igual que el año anterior se opto por la fórmula de los dos escenarios, uno en el fondo del Mesón San Vicente con los presentadores, y otro en el centro con la estampa de San Vicente que se utilizaba en la Ofrenda el día del Patrón, digo utilizaba por que un año desapareció y jamas se volvió a saber de ella.
La "Trilogia Festera" fue ese año el tema al que fue dedicada la Presentación, en primer lugar aparecieron en el escenario los Cargos Festeros procediendose al intercambio de mando y posteriormente como si de los días de Fiesta se tratase Entradas, Ofrenda, Procesión y Embajadas desfilaron por un acto cargado de emotividad. Repasando entre la gran cantidad de papeles que tengo por casa he encontrado el borrador del guión original del acto, se trata de una sensación muy especial cuando redescubres algo que pensabas olvidado en el tiempo.
Este año la Capitanía Mora recayó en la Comparsa Marroc's y como Capitán Infantil desfilaba José Luis Brotons, un amigo y que actualmente forma parte de la Comparsa Tuareg. Inolvidable esa alfombra que iban pisando los Capitanes durante todo el recorrido.
De nuevo el Ayuntamiento en su publicación oficial olvidaba a la Fiesta, no sólo a la de Moros y Cristianos, la Patronal también se veía menguada en un libro que asemeja más un folleto con ausencia casi total de fotografías, tan sólo a color los Reyes, Reinas, Damas y Cargos Festeros; y el blanco y negro una de Lillo Blanes, Presidente de la Comisión y otra de la totalidad de la Comisión Municipal en el Salón de Plenos, posiblemente el libro de Fiestas mas escueto y lamentable de los realizados en la última etapa de nuestra Fiesta. Por este motivo y por el nulo entendimiento con una Concejalía de Fiestas prepotente, la Unión de Comparsas llevaba ya dos años realizando un especial de L'Ambaixador, el boletín interno de la Unión de Comparsas, donde da la palabra y la imagen al protagonista de la Fiesta que no es otro, aunque se lo crea, que el Fester.
Mi vida ese año seguía por los mismos derroteros que el año anterior, estaba repitiendo primero de Geografía e Historia y como ya había apagado el ardor universitario el año anterior, me lo tomé más en serio y la cosa fue mejor, ese año aprendí que se puede ir de Fiesta y aprobar, lo único que hay que hacer es administrar el tiempo correctamente. Tenía veinte años, sin novia conocida y en un grupo de amigos donde poco a poco todos iban encontrando pareja; este fue el motivo de abandonar el grupo de amigos para refugiarme un poco en mi mismo, no me apetecía ser la carabina de nadie y así estuve varios años, dedicado a la meditación o saliendo con compañeros de la universidad; sin termino medio o saliendo sin entrar en casa o quedandome en casa sin salir a la calle. Todo esto soy consciente que volvía loca a mi madre y aunque jamás me reprochó nada yo notaba que ella deseaba un poco más de estabilidad en mi vida. Con sólo mirarla, las preguntas que no hacía eran evidentes ¿A que hora viniste?, ¿Donde has estado esta noche?. Aunque jamás lo preguntó ahora como padre lo entiendo todo perfectamente.
Por lo que respecta a la Comparsa ya me había integrado perfectamente llegando a asumir cargos dentro de la Junta Directiva de José Luis Espinós, era el tesorero. Recuerdo con agrado reuniones de la Junta en casa de José Luis, cuando vivía en la calle Gabriel Miró, allí quedabamos con Ramón, secretario y maquina administrativa de la Comparsa, para cuadrar cuentas o hacer el presupuesto de la Comparsa.
En la fotografía de arriba, al margen de la filada hay cuatro personas muy importantes en el devenir de la Comparsa y merece que sean recordadas en estas líneas. El que esta hablando conmigo a la izquierda es Facundo, eterno alcalde de la Comparsa, y padre de Facundo que desfiló en mi filada varios años. A la derecha de la imagen el señor mayor es Casimiro, padre de Paco Morales y los dos niños son Israel y Emilio.
La Comparsa durante estos años parecía estancarse, este año eramos cuatro más que el año anterior, pero cuatro niños, los adultos eramos los mismos, por lo menos no había bajas y eso en el principio de la Fiesta ya era importante. El Capitán y Abanderada de ese año eran José Tomás y Carmen Fernanda Fuentes. Que puedo decir de José al que tuve el placer de conocer y disfrutar como persona durante muchos años. Padre de una gran amiga, Mari Jose, y tio de otra gran amiga, Maribel. Nos abrió las puertas de su casa en infinidad de ocasiones, Pascua, primero de mayo, nochevieja..etc y en esas fechas, estando en su casa, todavía noto en mi paladar un gusto a vino de nueces que él mismo destilaba. Gracias José por tu amistad durante tantos años.
La kábila seguía en el mismo sitio del año anterior e incluso la portalada de Capitanía seguía todavía en pie. Eramos bastante salvajes a la hora de las comidas, fueron años de hincharse a morcillas, longanizas, panceta y todo aquello que pudiera asarse en una plancha, eran años de no contratar camareros, los socios nos serviamos nosotros mismos, el whisky Turkey, la ginebra Arpón, que mezclada con refresco le llamabamos arponazo, sino querias Arpón había también ginebra Bosford pero el resultado era el mismo. Recuerdo como anécdota uno que me pidió licor de fresa con coca-cola. Licor de fresa no había, pero como el cliente siempre tiene razón, le puse caldo de las cebollas en vinagre, que es de color rosa, con coca-cola y se fue tan contento y no volví a verlo más; eran años de chocolate con churros, eso sí el chocolate casero y hecho en una lata grande de atún en escabeche. Eran años jovenes, de no preocuparnos por nada, de poder estar tres noches sin dormir o quedarse a pasar la noche en la kábila bajo de un cartón, el cuerpo lo aguantaba todo y un poco más y ahora con el paso de los años, viendo a la gente joven hacer lo que tu has hecho, te das cuenta que tienes que reinventar la Fiesta para tí y acomodarte y ser feliz en ese nuevo lugar. Afortunadamente nuestra Fiesta tiene sitio para todos y todos tenemos que pasar esas etapas que ella te marca.
En la fotografía de arriba, al margen de la filada hay cuatro personas muy importantes en el devenir de la Comparsa y merece que sean recordadas en estas líneas. El que esta hablando conmigo a la izquierda es Facundo, eterno alcalde de la Comparsa, y padre de Facundo que desfiló en mi filada varios años. A la derecha de la imagen el señor mayor es Casimiro, padre de Paco Morales y los dos niños son Israel y Emilio.
La Comparsa durante estos años parecía estancarse, este año eramos cuatro más que el año anterior, pero cuatro niños, los adultos eramos los mismos, por lo menos no había bajas y eso en el principio de la Fiesta ya era importante. El Capitán y Abanderada de ese año eran José Tomás y Carmen Fernanda Fuentes. Que puedo decir de José al que tuve el placer de conocer y disfrutar como persona durante muchos años. Padre de una gran amiga, Mari Jose, y tio de otra gran amiga, Maribel. Nos abrió las puertas de su casa en infinidad de ocasiones, Pascua, primero de mayo, nochevieja..etc y en esas fechas, estando en su casa, todavía noto en mi paladar un gusto a vino de nueces que él mismo destilaba. Gracias José por tu amistad durante tantos años.
La kábila seguía en el mismo sitio del año anterior e incluso la portalada de Capitanía seguía todavía en pie. Eramos bastante salvajes a la hora de las comidas, fueron años de hincharse a morcillas, longanizas, panceta y todo aquello que pudiera asarse en una plancha, eran años de no contratar camareros, los socios nos serviamos nosotros mismos, el whisky Turkey, la ginebra Arpón, que mezclada con refresco le llamabamos arponazo, sino querias Arpón había también ginebra Bosford pero el resultado era el mismo. Recuerdo como anécdota uno que me pidió licor de fresa con coca-cola. Licor de fresa no había, pero como el cliente siempre tiene razón, le puse caldo de las cebollas en vinagre, que es de color rosa, con coca-cola y se fue tan contento y no volví a verlo más; eran años de chocolate con churros, eso sí el chocolate casero y hecho en una lata grande de atún en escabeche. Eran años jovenes, de no preocuparnos por nada, de poder estar tres noches sin dormir o quedarse a pasar la noche en la kábila bajo de un cartón, el cuerpo lo aguantaba todo y un poco más y ahora con el paso de los años, viendo a la gente joven hacer lo que tu has hecho, te das cuenta que tienes que reinventar la Fiesta para tí y acomodarte y ser feliz en ese nuevo lugar. Afortunadamente nuestra Fiesta tiene sitio para todos y todos tenemos que pasar esas etapas que ella te marca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario