domingo, 29 de enero de 2012

1992



1992 iba a ser el año de España en el mundo, para ello coincidieron en nuestro país dos de los acontecimientos más importantes a nivel mundial, no fueron conjunciones planetarias ni nada por el estilo. Quien no recuerda a Curro y a Coby dos de las mascotas de eventos internacionales mas feas de la historia de la humanidad, muchos llegamos incluso a echar en falta, mira como estaba la cosa, al inefable Naranjito, culmen de la modernidad de los años ochenta. El 20 de abril los Reyes de España inauguraban en Sevilla la Exposición Universal; cuarenta y un millones de visitantes en los ciento setenta y seis días en las que permaneció abierta. Para este acontecimiento, por primera vez en España, se puso en marcha un tren de alta velocidad en la línea Madrid-Sevilla. El segundo acontecimiento fue en verano; en Barcelona el 25 de julio se inauguraban los Juegos Olímpicos, se contó con la mayor participación de la historia hasta ese momento y fueron considerados por la comunidad internacional como unos Juegos ejemplares. La ceremonia de inauguración fue espectacular y ha quedado como la mejor en la historia de los Juegos Olimpicos.
En el extranjero, en los Estados Unidos llega a la Casa Blanca el Gobernador de Arkansas, Bill Clinton, que se convierte en el 42 Presidente. Todos nos asombramos con la historia y todos conocemos como se fue. En París el 12 de abril abre sus puertas el primer parque temático de Disney en Europa, Eurodisney. En Inglaterra dos noticias hacen temblar los cimientos de la realeza, en primer lugar el incendio en el Castillo de Windsor y en segundo lugar el anuncio de separación de los Príncipes de Gales, que produjo más carnaza de la que podía digerir el mundo de la prensa rosa.


En San Vicente José Manuel Monllor afrontaba su segundo año al frente del Ayuntamiento, Alberto Beviá se encontraba con sus primeras Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos al mando de la Concejalía de Fiestas; de Alberto Beviá, cuando yo le conocí, al año siguiente, me pareció una persona tremendamente inteligente, con una alta capacidad de trabajo y una persona muy dialogante capaz de escuchar y comprender cualquier proyecto festero que se le expusiera, para mí uno de los mejores Concejales de Fiestas con el que he tenido la oportunidad de trabajar. La Comisión Municipal de Fiestas por fin comenzaba a renovarse, y esta vez por sus cargos más importantes; el inmovilismo de la época del Señor Boluda dio paso al dialogo y al trabajo innovador de la Comisión capitaneada por Felipe Gómez Camacho, persona proveniente de la Junta de Eloy Domenech. La Unión de Comparsas afrontaba su último ejercicio antes de las elecciones que se celebrarían al finalizar las Fiestas de ese año. Estos tres años, la Unión de Comparsas al mando de Eloy Domenech ganó sobre todo en seriedad con otras entidades y en fortalecer una estructura interna que se había ido debilitando con el paso de proyectos y presidencias anuales. Yo personalmente considero muy positivo el mandato de Eloy Domenech y el relanzamiento de las Fiestas durante estos años. El trato dado al Libro de Fiestas, tanto en su estructura interna como en su Presentación, la Presentación de Cargos Festeros, que este año se traslado al Paraninfo de la Universidad de Alicante, dan buena muestra del trabajo de constante superación de este grupo de Festeros.
La Revista de Fiestas nos da algunos datos más acerca de 1992. Las Capitanías recayeron en las Comparsas Cristians y Abbasires, el Presentador del Libro de Fiesta fue Don Vicente Llopis Pastor y la Pregonera, la Ministra de Asuntos Sociales Doña Matilde Fernández Sanz.
Ese año todo el mundo hablaba de la Expo de Sevilla, quien no había ido ya estaba próximo a ir y no iba a ser a mi a quien le contaran todo lo que allí había. Así que ni corto ni perezoso, después de Fiestas, le plantee a Gloria el irnos a Sevilla; por motivos laborales la cosa estaba difícil pero teniendo en cuenta que el día 1 de mayo era viernes, la posibilidad estaba abierta. Quedaba otro punto por resolver, para ese puente las plazas hoteleras en Sevilla estaban cubiertas, pero yo no me iba a quedar con las ganas, así que como a mis padres también les hacía ilusión, el jueves 30 de abril a las once y media de la noche, nos subíamos en la Renault Express los cuatro y partimos rumbo a Sevilla. Tras toda la noche conduciendo llegamos al recinto de la Expo a las siete de la mañana del día 1 de mayo.


Ya estábamos allí, sólo teníamos que esperar dos horas a que abrieran. Una vez que abrieron las puertas aquello era precioso y más sin gente a primera hora de la mañana, recuerdo visitar el pabellón de Mónaco y fotografiarnos con el Toyota Celica de Carlos Sainz, ganador del Rally de Montecarlo, estar junto a un iceberg en el pabellón de Chile, recorrer el recinto en un tren monorail y observar, con nuestros propios ojos, cosas de países que jamás podremos visitar.


Al mediodía fuimos a comer a un chiringuito y nos pusieron un plato de arroz, al que ellos sarcásticamente llamaban paella, que no había por donde comerlo, pero el hambre puede más que el asco y dimos buena cuenta de aquella "paella"; ya por la tarde había que terminar de ver lo que quedaba, los ánimos se iban quebrando y el cansancio comenzaba a hacer mella en nosotros, pero así y todo acabamos y lo pudimos ver casi en su totalidad. A las siete de la tarde abandonamos el recinto para coger el coche en dirección a Alicante. La vuelta se planteaba terrible ya que el cansancio era mucho y el sueño me vencía, así que al llegar a Bailen decidí parar y quedarnos a dormir en el hotel Zodiaco. Cuando nuestros cuerpos se tumbaron en la cama, la sensación de placer fue tal que no recuerdo nada hasta la mañana siguiente cuando nos despertamos y pusimos, tras un suculento desayuno, rumbo a casa. Con el paso de los años te das cuenta de la barbaridad que hicimos pero afortunadamente todo salió bien y regresamos a casa cansados pero contentos por haber visto un maravilloso espectáculo.
Por estas fechas Gloria ya se encontraba mal, sufría fuertes dolores de cabeza y pedidas de visión, ya iba visitando médicos, hasta que de pronto a principios de agosto, estando en La Alcoraya, los dolores se hacían insoportables y hubo que ir a urgencias; allí le diagnosticaron hidrocefalia y posteriormente la operaron colocandole una valvula de drenaje. El susto fue grande pero ese día volvió a nacer. Allí, sin pelo, en el hospital estuvo ingresada un tiempo demostrandonos a todos la gran fortaleza interior que posee, ya que era ella quien tenía que darnos animos a los demás. Afortunadamente la operación fue un exito aunque años más tarde surgiria un pequeño contratiempo que ya comentaremos en su momento.


Estas Fiestas, ya liberado de la muleta y de las obligaciones militares, se planteaban como antaño, divertidas y siempre diferentes. Ese año seguiamos en el local de la calle Labradores, afrontaba José Luis Espinos su último año de mandato de su tercera etapa al frente de la Comparsa, tras las Fiestas le sustituiria Vicenta Pastor, primera y única mujer al frente de la Comparsa Tuareg, pero que tuvo que dejar la presidencia en noviembre por motivos personales, siendo sustituida por Fernando Perona como tercer Presidente en el año 1992. tres presidentes en un mismo ejercicio no es señal de que todo funciona correctamente, pero en la Comparsa Tuareg las cosas no son lo que parecen; seguía el crecimiento y ese año se llegó por primera vez al centenar de socios, hito historico pero más por la cifra que por otra cosa, ya que el número fue superado ampliamente en años venideros. Este año el Capitán y la Abanderada fueron Bernardo Vargas y Verónica Núñez; ella hija de Miguel Núñez socio de la Comparsa durante muchos años. Recuerdo con mucho cariño la charanga de ese año, ya que no pude disfrutar de la de 1991, el disfraz de ese año era de Mickey y Minnie Mouse. Era espectacular ver a toda la Comparsa, mayores y niños, disfrazados del famoso ratón de Disney.


La filada a la que yo pertenecía ya iba adquiriendo la personalidad propia que alcanzaría al final de la década, festeros como Luis, Pedro "el bigote", Pedro Orts, Paco Morales, Fernando, Parra, mi padre compartiriamos filada durante muchos años.


Ese año, en el Mig Any, la nueva Junta Directiva de la Unión de Comparsas, presidida por Paco Morales y de la que yo formaba parte, organizó un homenaje a los trajes de Capitán y Abanderada que salieron en su día en San Vicente. El acto se desarrolló en el Pabellón Polideportivo Municipal y participé junto con mi cuñada Cistina luciendo los trajes que mis padres llevaron en la Capitanía de 1987. Se trataba de un acto diferente que no había sido organizado nunca y jamás se ha vuelto a repetir pero que nos permitió recordar aquellos años.


Terminaron la Fiestas de 1992 y Paco Morales me llamó para formar parte de su nueva Junta Directiva, ese fue mi primer acercamiento a la organización de la Fiesta. Allí encontre grandes amigos que serían protagonistas en años venideros, años que se alargarían más de lo que yo creía en ese año de 1992.


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